martes, 4 de agosto de 2009

Escritor

de Pedro Arturo Estrada Z

"No puedo escribir realmente nada importante de mí excepto esto mismo: No puedo escribir realmente nada importante de mí excepto esto mismo: No puedo escribir realmente nada importante de mí excepto esto mismo.” Curiosa entrada que repetiría a lo largo de todas las fechas del año y los siguientes incluso, y ninguno hubiera podido acusarlo de no escribir, de no querer hacerlo.Porque era un escritor sin tema. Con ganas sí, con capacidad para hacerlo sí, pero sin tema. Los temas le aburrían de antemano por repetitivos, eran siempre demasiado previsibles. Para temas estaba la televisión. Para temas estaba el periódico, incluso, estaban las señoras del vecindario. El mundo reventaba de temas. Pero escritura, lo que se dice escritura verdaderamente no había mucho de qué hacerla, de qué pretextarla.Escribir por escribir era, para él, el verdadero oficio de un escritor. Como respirar palabras en el espacio puro de la página. Como permitir que ellas, sin propósito alguno, brotasen simplemente tomando su lugar en líneas sucesivas por la extensión abierta, interminable que el computador iba creando. Soñaba con reproducirlas sin pausa, en sucesión infinita sin importar cuántos días y noches pasaran. Dedicar el resto de su vida a verlas nacer y acumularse segundo por segundo, minuto por minuto, hora por hora hasta el fin del tiempo.Veinte años después aparecieron sus obras completas (20 tomos), publicadas por un millonario excéntrico. De la primera a la última página el texto se había enriquecido un poco: "No puedo escribir realmente nada importante de mí (ni de nadie) excepto esto mismo ..."
A esta hora, el hombre sigue trabajando todavía.

*(Des/historias, 2006)

No hay comentarios:

Publicar un comentario