miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mejor Minificción 2010 ( Concurso Minificciones en cadena)

Estafado - Diego Ariel Vega

Para practicar vudú opté por aprender el método a distancia pero fui completamente engañado. Mis acérrimos rivales resultan completamente revitalizados por los efectos saludables de mi beneficiosa acupuntura involuntaria

miércoles, 10 de noviembre de 2010

FINALISTAS 2010 CONCURSO MINIFICCIONES EN CADENA

Sfumatto III - Danik Lammá

Una sonrisa se dibujó en su rostro, satisfactoria, cómo con cada obra que daba por concluida. Sólo que, para Leonardo, “Autorretrato” fue más fácil que “La Gioconda”. No tenía que afeitarse la cara.

Fraude a las almas - Guillermo Escribano

No tenía que afeitarse la cara o el negocio se iba al traste. Con las largas barbas se hacía pasar por Caronte y cobraba una moneda a las almas de los muertos para darles un paseíto por la laguna Estigia. Luego los dejaba vagando por la misma orilla, entre ruegos y lamentos, con las almas de los que no habían sido enterrados.


Cabezas trofeo - Leo Mercado

Las almas de los que no habían sido enterrados podrían salírseles por la boca o las cuencas de los ojos. Por eso, cada cabeza trofeo soportaba su silencio con la boca cosida, y su ceguera con un par de piedras planas encastradas en los ojos.

Deseo ciego - María Pía Danielsen

Un par de piedras planas encastradas en los ojos son las que me impiden ver, esas que colocaste con precisión de relojero suizo. No fueron tus manos, no. Han sido tus labios de besos extraños, tu lengua de chicle y tu olor a hierba mojada. Sin preguntas, porque huelen a sal, me intuyo vencido. El par de ojos planos encastrados en tu rostro de medusa y piedra atraparon mi deseo sumiéndolo en tu cuerpo, mi sepulcro a perpetuidad.


Pompas de jabón - Guillermo Escribano

Mi sepulcro a perpetuidad, os preguntáis, amada mía. Habéis de saber que cuando fui arrojado por la borda de aquel bergantín me dije a mí mismo que el océano lo sería. Quién iba a pensar que mi cadáver, engullido por aquel monstruo, luego arponeado, troceado y hervido en un ballenero se convertiría en jabón: ése que ha recorrido cada rincón de vuestro cuerpo y que ahora sujetáis entre vuestras dos manos, haciendo pompas con un leve soplido, abandonando la duda a la suave brisa

Sobrevivir - Isabel González

Abandonando la duda a la suave brisa, intentan dormirse. No es fácil: el pasado les ha expoliado, el presente ruge en sus estómagos y el mañana les espera con las manos vacías.

El robo - Dulce García Lemos

El mañana les espera con las manos vacías. En el furgón que les lleva a la cárcel, se miran de reojo y callan. Saben que uno de ellos es un chivato; la policía los esperaba cuando salieron de la joyería cargados con el botín. Un frenazo los hace inclinarse hacia delante y, al poco, un poli abre la puerta trasera y les hace señas para que bajen. Tú no, le ordena al rubio. Los compañeros lo miran y escupen al suelo. ¡Estás muerto, cabrón!, grita el gitano. El poli lo amenaza con la porra y lo mete a empujones en la cárcel. Te has ganado el ascenso, le dice al oído en una de las arremetidas.


Roles - Diego Ariel Vega

Le dice al oído en una de las arremetidas: “vos quedate tranquilo. Baja un cambio que hoy yo me ocupo de todo”. Y así, con los nervios a pleno, respirando profundo se lanzan al escenario para enfrentarse con el público presente.
Sabían que era el show más importante de sus vidas. Sus carreras dependían de ese evento. El imponente teatro se encontraba repleto. Los críticos más renombrados estaban presentes. La audiencia electrificaba el aire, expectante.
Y casi como en un sueño, la función perfecta. Fluyó en armonía, en un mágico crescendo hasta romper en delirio final. Una ovación explosiva con sabor a batalla ganada que auguraba buenos tiempos. El éxito llamaba a la puerta.
Sin embargo, tras la emotiva caída de un telón primoroso, sale raudo el ventrílocuo a refugiarse en su camarín con una sonrisa forzada dibujada en su rostro; algo cabizbajo, meditando su reciente desempeño.
Por primera vez en su carrera, había cedido. Por primera vez, había aceptado cumplir el rol del muñeco

Ultima voluntad - Belén Lorenzo

Había aceptado cumplir el rol del muñeco, movido por una visión poética del suicidio. Con esa convicción fue clavando agujas en su propio cuerpo, mirando de reojo, entre perplejo y complacido, cómo se retorcía una pequeña réplica de sí mismo realizada para practicar vudú.

sábado, 23 de octubre de 2010

La sonrisa de Estrella

de Txema Anguera

En el sereno gesto de esa sonrisa,cabe todo, lo que usted quiera imaginarse. Olor a jazmín, el arco iris, un paseo por Granada,la voz de María Callas, la pluma de Neruda, el David de Miguel Ángel, media libra de ternura. La cocina de Adriá, un tango de Gardel, el perfil de Ava Gadner, la magia del firmamento,un acantilado escocés, la sombra del viento. Y da miedo, mucho miedo.

sábado, 9 de octubre de 2010

Cadáver Exquisito

El siguiente trabajo es el resultado de un simil juego on line del antiguo cadáver exquisito. Los autores figuran en orden de aparición. Las voces corresponden a los mismos:

Johann Arroyo - Leo Mercado - Graciela Noemí - Eloisa Echeverría - María Gonzalez - Claudia Sánchez - Amelia Prieto - Eduardo Cortese - Carolina Fernández


Sentado, otro lunes, en este recoveco que a fuerza de derrames de conciencia ha tomado mi forma, escucho un hedor y también lo huelo; este defecto incierto, provocado por la lastimosa regularidad de las chismosas arpías de la otra oficina, ha dado en mi memoria, la entrenó para la repulsión continua, hedor nauseabundo, cuero bajo la lluvia, chassc de piel grasosa, traslación y tufo unidos, nada me queda libre en el recoveco, y vuelve chassc chassc, su reojo huele peor, y aún no soy pasajero del autobús que tomaré tarde.

Pero que, a fuerza de contrariedades, reafirmará esa dulzura punzante que me maniobra el metatarso (aquello que ignoro si no fuera por el advenimiento preciso de tu risa desbocada), y que yo procuro compartir con mis compañeros de usanza del colectivo, a fuerza de besos que no doy, de abrazos que no tengo, de iras que me engullo y me guardo para mí mismo; a fuerza de un tendón inflamado en mi mano este, que no acaricia tu cara, pero que la dibuja tenuemente en el vaho de la ventanilla.

Del tren que se marcha llevándote. Me guardo las lágrimas para que nos las veas. Las ganas de irme contigo….y las ganas de irme contigo. Esperaré a que vuelvas con el corazón oprimido por la melancolía.

De verdad espero que seas capaz de decirle lo que sientes. Que no te acobardes al ver su rostro o al escuchar su voz. No mereces la mezquina vida que te brinda. Te usa y abusa. Aquí tienes mi amor y protección para acompañarte el resto que nos queda de vida. No tengas miedo. Sé valiente. Busca el instante pero hazlo pronto porque aún no te vas y ya te extraño. Cuídate. Mi vida no tendría sentido si tú no existieras. Tú eres brillante. No dejes que él te apague.

Cómo hago si me encuentro hoy en esta telaraña que me consume y que me atrapa, no se como escaparme, si tejió sus redes y se fue cubriendo de oscuridad esta luz que ya no es, pero sin él… por eso parto no se si hacia olvido o la esperanza de un sueño nuevo, sabrás comprender hoy esta ausencia que es presencia, no me busques, no me llames… no me ames. Aunque quiera verme no le digas donde estoy. Yo se que llorará su alma y no se… si me atrevo a partir.

Así terminaba su carta. No dejaba lugar a dudas: finalmente se había ido. La última vez que la ví se despedía disimuladamente de su hijo. Ni las preguntas del niño ni mis súplicas lograron detenerla. Me prometió que cuando volviera la encontraríamos renovada, que sería otra, pero nunca imaginé que fuera de esta manera.

Los tres años que pasó alejada de nosotros los dedicó a su transformación. En lugar de cumplir años, pareció que había vendido su alma al diablo, además de jovial se la veía más joven. Su enamoramiento de aquel bohemio le cambió el rumbo de su vida y ahora escribía sobre el amor y la pasión. Se sentía viva y eso lo manifestaba en cada línea que escribía... por fin, después de años de búsqueda había encontrado lo que tanto había anhelado, su ego y su alter ego eran felices.

Pero más allá de lo mucho que la hacía feliz todo lo que de aquel hombre viniera, sabía que debía aferrarse a la vida, mirar su interior, salir adelante, para no volver a ser el cadáver exquisito de tanta envidia.

Hoy lo comprendo, tal vez la culpa fue mía, tal vez fuimos cobardes. Me gustaría tanto que volvieras, aunque sé que ahora estás mejor. Te ruego compasión, te suplico que me lleves con vos, vuelvo a pedirte, como lo hice cada noche durante los tres años que estuviste en coma, perdón.. Necesito que me entiendas. Esta tarde cargo una pistola en mi bolsillo, y frente a tu tumba imploro a Dios una segunda oportunidad.

Dieta

de Eloisa Echeverría

Vivo haciendo dietas. Todas las semanas, los meses, los años. No tengo claro cuando la comencé. Sólo sé que vivo en dietas.
Los domingos me doy licencia para comer lo que quiera. Me lleno de comida todo el día. Amo el día domingo. Me lo dedico a mí y a comer. Amo comer. Pero hay meses que los domingos se alargan. Me levanto y sigue siendo domingo en mi cabeza y pasan las semanas, los años sin lograr detener los domingos…vivo en dieta y muero de obesa.

sábado, 21 de agosto de 2010

Majaderías

de Claudia Sánchez

Mi sepulcro a perpetuidad, donde me has eternizado en el escarnio, engalana hoy estas paredes. De nada sirvió que trataras de enmendar tu desatino recreándome con este vestido insignificante. Debiste haber quemado tu primera obra para poder redimirte. Por eso tu alma, igual que la mía, está condenada a vagar por los pasillos solemnes de este museo, rogando que el fuego, en cualquier momento, logre finalmente liberarnos.

jueves, 17 de junio de 2010

Coincidencia

de Leo Mercado

La muchacha ocupa el rincón que da a la puerta de la calle Urquiza. El muchacho el opuesto de Florida. Ambos se miran, se piensan. Y hay un instante, pequeño, diminuto, que los dos ignorarán siempre, en el que el amor (el verdadero amor) es posible. Y sucede justo antes de que los dos vuelvan a ser el solitario abogado repleto de papeles que camina solo por la recova en un día de lluvia, y la profesora de literatura francesa que piensa que el mundo es una extensión del tiempo perdido de Proust, mientras estira el brazo para tomar un taxi

domingo, 18 de abril de 2010

Las razones

de Guillermo Iglesias
Ojo! Uno no sólo quiere que lo amen, quiere que lo amen por razones que no sean equivocadas ¿Cómo me venís a querer porque soy bueno y tengoojos azules? ¡Quiero ser malo y que me quieras en la oscuridad!Veamos: la culpa la tiene mi mamá – que para eso está(estuvo)- y seguramente me quería por todo, pero elegía. Hasta crear sin proponérselo un complejo sistema de razones. Sistema de razones que uno se lleva puesto y exhibe cuando quiere ser querido. O sea, siempre. Y ahí sale uno como un pelotudo a
tener ojos azules y estar bien peinado, a decir muchas gracias y faltaría más después de usté (d)Y es cierto: después de usted, faltaría más. Faltaría alguien que se abra camino hasta esto que realmente soy (y que vaya uno a saber).Una vez estuve hablándole de Borges a una poetiza (¡madre de Dios!) Era una poetiza de hermosas tetas y anteojos -fórmula que siempre me pudo- así que yo dale: Que Borges esto, que Borges lo otro y que “Limites”.”De estas calles que ahondan el poniente- Una habrá, no se cual, que he recorrido”.Algo más tarde, mientras nos vestíamos, me dijo que le había gustado de mí, la forma en que tomaba el pocillo con las dos manos “como protegiéndolo”. Minga con mi disertación sobre este muchacho Borges y todo eso.Ese día me di cuenta, (no sé bien de qué). Pero me di cuenta..

Que llueva

de Isabel Gonzalez

La de los días de lluvia era diferente, mimetizaba con la suya, no era una tristeza solitaria. La de los días de sol era mucho más dolorosa, desgarradora su ausencia, hiriente su distancia, absolutamente muerta su mirada. Salió a la calle, sin paraguas, nadie podría distinguir entre la lluvia y las lágrimas.

Acechanza

de Elisa
La de los días de lluvia es impermeable y transparente, cuando hace frío se pone una con ribetes de piel, mi preferida es la roja con capucha. No sé si me gusta más por sus piernas infinitas, por su mirada provocativa o porque es la única chica capaz de lucir esa prenda. Todas las tardes se dirige al bosque con la excusa de visitar a su abuela, pero yo sé que se cita con un tal Lobo que tiene moto y dinero para pagarle las copas. Desde el puente de la autopista la veo alejarse, abrazada a la cintura del tipo, mientras la capa les revolotea alrededor.
CONCURSO FEBRERO
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Primer premio


La adorable Cecilia Isabel Gonzalez

Dormida y desnuda bajo el viejo árbol, cargado de rojos y de aromas, yace la adorable Cecilia abandonada. Pausada se despereza dejando que sus pechos relajados se derramen. Al poco ladea ligeramente el cuello, rendida y entregada. Uno de sus muslos se eleva lentamente ocultando, sin quererlo, el movimiento de su mano. Sus ojos cerrados premeditadamente, el gesto de placer de su sonrisa y el rítmico jadeo que surge de sus labios entreabiertos, compiten con el sonido del aleteo de unos pájaros que huyen como si presintieran algo . Es entonces cuando Cecilia, zénit exaltado, vuelve la vista hacia la vieja valla . Conoce de sobras mi trayecto y mis horarios. Ya sabe, desde hace rato, que yo la estoy adorando.


Segundo premio

Primavera de Holbein ( Guillermo Escribano)

Atravesé aquella infame frontera, muerto de hambre, dolorido de frío. La miseria me despedía con un halo triste y familiar al otro lado. Una semana después, en medio de la gran nevada fui a dar con mis huesos en el granero del pastor Elijah W. Crown. Su mujer Enma me retuvo vivo domando la fiebre que me arrastraba de vuelta al infierno. Friegas, paños, rezos y él, al fondo con su biblia, implorando mi curación. Se sucedieron una seria de milagros: sané, me dieron trabajo como criado, me adecentaron un cobertizo y se terminó el invierno.Ahora soy feliz: tengo mucha faena en la granja, un techo y comida. Terminé el nuevo cercado, la primavera avanza, los cerezos nos encandilan y los pájaros trinan mi libertad. Mi ama Enma ha sufrido una extraña transformación. Hoy, tras la partida del pastor de madrugada, salió canturreando hacia el río, se bañó desnuda y ahora permanece así, secándose al sol, como vino al mundo, sin reparar en mi presencia. El pastor estará ausente unos días, reunido con los principales del condado. Empieza a despertar un orgullo de hombre, que creía perdido, dentro de mí.


Mención

Beso imposible No coments

¡Ay, mi bella princesa! Si pudiera llegar hasta ti y superar los obstáculos que me separan de tu Paraíso… mas el hueco presente entre estos postes de madera, tan sólo me permite admirar desde la distancia tu cuerpo desnudo sobre la hierba. Si al menos me oyeras… pero mis esforzados cánticos de amor son apenas susurros para ti. Si me fuera posible atravesar esta barrera que nos separa ... te daría el mayor beso que jamás hayas recibido. Pero soy un príncipe encerrado en un minúsculo cuerpo de sapo. ¿Qué más puedo hacer sino morir de pena?

CONCURSO ENERO 2010





Primer premio:


La Carta de Yesica Ruiz


Y es que no entiendo que sucedió entre nosotros, la magia, los colores desaparecieron. ¿Acaso la sangre que corría por nuestras venas no detuvo tu determinación? ¡Dime! ¿Tanto odio te corrompió?Tu vida y la mía se mezclaron en este paraíso caído, no hay culpables. Quizás yo fui más, o lo que es peor tus fantasmas internos no te dejaron descubrir lo maravilloso de tu ser, opacaron la realidad y desataron tus instintos más bajos y aborrecibles.¿Cuál fue el desarraigo que sentiste? ¡Vaya confusión! Bifurcaciones de la vida.Hoy estoy lejos tratando de entenderte, estoy al lado del Dios que nos separó.La envidia, el empedernido odio de tu alma, tu ferocidad animal hecha hombre; gloria insípida has logrado.Pido perdón si mi existencia no te ha dejado ser feliz. Hoy he muerto, mis lágrimas de sangre marcan el final. ¡Bienaventurado algún día serás!

Tu hermano Abel


Segundo Premio:


Batalla de Claudia Sánchez


Las bombas de protones tienden a permanecer activas. Por eso debemos desactivarlas cada veinticuatro horas. Y así logramos que el ácido clorhídrico no salga de su cápsula y haga estragos en las paredes nuevamente. De hecho, la grieta más importante, ya está prácticamente cerrada. En catorce días volveremos a hacer una inspección y si confirmamos que el campo de trabajo se ha neutralizado, entonces atacaremos al enemigo con la artillería pesada. Aunque haya que tomar decisiones drásticas, tenemos que asegurarnos la muerte del Helycobacter pílori, me comprende?-Comprendo. Haré lo que tenga que hacer, con tal de evitar el quirófano doctor. Le tengo fobia a las agujas.


Mención


El secreto de Roy Dávatoc


Los rumores se paseaban por las calles después de aquel asesinato. Antonio empezaba a llegar tarde por esas cosas del trabajo.Mariana siempre iba a esperarlo a la estación del tren todas las noches y fue entonces que ocurrió todo. Asesinaban a un hombre frente a sus ojos, tal vez mañana sea la nueva noticia del pueblo y Mariana era testiga de aquel asesinato. Las piernas le temblaban como carrizo; parecía un manojo de nervios. Contra todo pronóstico, decidió seguir al asesino hasta el final de la estación. La entrada parecía un arco donde vivían las sombras. No lo pudo divisar muy bien. El asesino se percató de la presencia de Mariana y quizo voltear ,pero desde el fondo de él una voz piadosa le rogó dejarla ir. Y todo explotó en colores. Mariana muy asustada no pudo ver con claridad lo que ocurria. Criaturas extrañas rodeaban al asesino como si quisieran meterse dentro de cuerpo y fue ahí donde la transformación surgió. El asesino empezó a quejarse en la metamorfosis que experimentaba, tenía especie de un caballo y de un hombre; quizá era un minotauro de aquellas leyendas. El cielo voló en mil colores como de una explosión dejando al minotauro rendido. Volvió la claridad y Mariana vio tendido el cuerpo desnudo de un hombre y sin reacción; cautelosa se acercó y de sus ojos detonaron lágrimas. Mariana estaba viendo a Antonio tendido en el piso sin pulso y sin aliento.

martes, 23 de febrero de 2010

Aceptación

de Carlos Díaz

Sabes, me encanta ese brillo que hay en esos hermosos ojos aceitunados que tienes. Me fascinan esa sonrisa y esos labios que deslumbran, que roban, que matan.
Se te ve magnífica, preciosa y a leguas veo que la pasión te tiene la piel llena de caricias.
Puedo ver en tu rostro como la ilusión del amor y las promesas del mismo, te tienen con el corazón alegre.
Puedo ver que estas perdidamente enamorada.
Lástima que jamás te sentiste así conmigo

viernes, 12 de febrero de 2010

La clavadista

de Lucía Yépez Villafuerte

Todos los días por la tarde, frente a la ventana de mi recámara, me desnudo. Siempre, a esa hora, pasa un hombre con ojos de mar que voltea a verme, yo entonces subo al alféizar de la ventana alineo mis pies en la orilla, alzo los brazos y me lanzo con fuerza al vacío. Mi cuerpo se enreda y desenreda sobre sí mismo y penetra recto como una daga, abriéndose espacio entre las olas que salvajes se estrellan en esas pupilas, en el azul de esos ojos que me miran.

Talentoso

de Carolina Fernández

El tipo era raro. Morocho, con rastas hasta la cintura, mirada penetrante y una paciencia china que se traslucía en la suavidad con que manipulaba la pala. Parecía tener habilidad, y no fui la única que lo notó. Al cabo de unos instantes, un grupo observaba la construcción de aquel castillo de arena que parecía prometedor.
- Gótico - me susurró la mujer de malla blanca que estaba a mi lado
-¿Qué?
- Que es un castillo, Gótico. Soy historiadora
- Puede ser- medio que no me simpatizó mucho la intromisión del hombre alto con sombrerito de paja – Pero no responde al hieratismo geométrico de la figura escultórica de ese periodo.
-¿Qué dice?- preguntó la de malla blanca
- Que soy arquitecto y la base constructora se aleja del castillo medieval
- No es un castillo – aportó un petiso, que miraba fijo los movimientos del morocho- Para mí, es un edificio.Lo miraron como si fuese un bicho raro, y ni siquiera prestaron atención a sus palabras.
- No tiene torres- siguió el petiso
- Es claro que induce una percepción atemporal y simbólico dejando paso al progresivo naturalismo, característico de la época gótica- remató la de malla blanca
- Ni puente movedizo
- La forma de capitel define el estilo renacentista …- determinó el alto de sombrero

“¿De qué demonios hablan” pensé, sin entender una sola palabra. Quise meter bocado, pero terminamos envueltos en una acalorada confusión. Viendo que resultaba imposible llegar a entendernos, dimos media vuelta y nos dispersamos.El morocho con rastas, hizo los últimos retoques, acomodó la gorra recaudadora y colocó frente a su obra un cartelito señalador : “Torre de Babel”, decía.
Era muy bueno.

Cierto concierto

de Hobein el joven

Son unos ochenta músicos en la orquesta y veinte de ellos, mujeres. Pero solo tengo ojos para ella, ¡si acaso supiera que he cambiado mi abono para ver mejor sus piernas y oír mejor su violonchelo entre los ocho que forman hoy el elenco!.
Los hombres apoyan su instrumento en un ángulo inclinado, como si sentaran en su rodilla izquierda una lolita impertinente y tierna. Ella lo sostiene casi vertical, entre sus piernas desnudas, abrazándolo, inmovilizándolo, con los muslos. Las volines y violas de la orquesta suelen vestir con sus pantalones negros, de moderna etiqueta. Ella, violonchelo solista, siempre viste falda y abre el compás de sus piernas con generosidad. He necesitado dos temporadas para poder asegurar que, sin duda alguna, no lleva bragas. ¡Cuántas veces he soñado ser esa madera, barniz rojo, y ser envuelto por sus piernas! ¡Hasta he creído sentir la dulce presión en mis omoplatos del punzón de ébano, como el diapasón, de sus pezones!
Toca exhalando su desorden interno, su calor, su furor y así marca la raya sinuosa, de claroscuros de la pieza de La primera noche de Valpurgis de Felix Mendelssohn. Y mi excitación va en aumento, aunque eso debería ser ya algo familiar. Su mano maneja mi arco, de madera de Brasil, con inusitada furia, estamos en un allegro con fuoco, frotando las venas de Mongolia de mi prepucio sobre mi nervatura de titanio y haciéndome gemir. Alguien chista a mi lado. Apoya su dedo meñique, delicadamente, en mi glande. La obertura termina en este momento y ya suena el coro de los druidas (...)
CONCURSO NOVIEMBRE



Primer premio:

LA HUÍDADrama (autobiográfico)de LUNA74

No me dió tiempo de hacer maletas, ni de pensar qué sería de mí después. Tan sólo recuerdo que salí huyendo de allí para no morir en el intento. Caminé por sitios andrajosos y llenos de espinas pero, cuando estaba exahusta, pude encontrar un camino lleno de flores, de vida, y al fondo el mundo que me esperaba con todas las luces prendidas. Fue entonces cuando pude darme cuenta de que mis pies descalzos, pese al frío, ya no me dolían


Segundo premio:

Hamelín Fantasía de Holbein el Joven

La flautista de Hamelín encabeza descalza una muchedumbre de flores dispuesta a acabar con una ciudad hipócrita y su sodomía de poder y ambición

lunes, 11 de enero de 2010

Menos pausa y más actividad

de DamasArt
Hoy amaneciste espeso, tardón, desobediente. Aunque ya llevas días así.Me desconciertas. Mis caricias se convierten en intentos vanos e insistentes de despertar en tí una respuesta, pero tú a veces no reaccionas, me miras impasible, sin responder.Es como si ya no quisieras compartir conmigo esos momentos tan especiales que año tras año, día tras día hemos vivido juntos. ¿Los recuerdas?, yo sé que sí, uno a uno los guardas en la memoria, pero algo te impide sacarlos de nuevo a la luz.Quizás sea que ya no puedes hacerlo como antes. Lo cierto es que se te ve cansado, saturado, viejo, y puede que yo...te exija demasiado.Creo que pronto tendré que darte un formateo, mi querido ordenador

domingo, 10 de enero de 2010

Triángulo

de Guillermo Iglesias

El tipo apoyó el vaso de wisky sobre mi escritorio y recitó sin mirarme- "Es el amor, deberé ocultarme o huir". O aprender a boxear-Quizá el asunto se resuelva razonablemente- dije. Él siguió como si nada-En ese rincón: Aníbal Mussio, “El marido”. Un metro noventa de músculos y nervios de acero inoxidable; mentalidad formada en los más representativos films de Sílvester Stallone; capaz de exprimir el tubo del teléfono con una mano mientras, con la otra, sostiene la botella de cerveza que abrió con los dientes.En este rincón: yo; anteojos con marco de carey; obras completas de Borges y corbata al tono.En el medio: La única. Melisa Ulrich de Mussio, queriendo que la bestia aprenda a leer, o que yo haga gimnasia.Asi que... aquí estoy, un dos, un dos, buscando el pasaporte para no verme obligado a partirle una metáfora en la cabeza al muy animal.